domingo, 5 de abril de 2015

SE ACERCA EL DIA DEL SEÑOR



Jesús está por abandonar Su lugar en el santuario celestial, para ponerse vestiduras de venganza, y derramar su ira en juicio contra aquellos que  no han respondido a la luz que Dios les ha dado. Los que no temen a Dios ni aman la verdad, día a día  fortalecen su corazón en las malas acciones, en vez de llenarse de tolerancia y paciencia. Aunque muchos no lo crean, aún la tolerancia y la paciencia de Dios tiene límites, y muchos están superándolos. Han sobrepasado los límites de la gracia, y por lo tanto Dios  intervendrá y vindicará su propio honor. El Señor dijo acerca de los amorreos: “Y en la cuarta generación volverán acá, porque la maldad del amorreo aún no ha llegado al colmo” (Génesis 15:16). Aunque dicha nación se destacaba por su idolatría y corrupción, no había llenado todavía la copa de su iniquidad, y Dios no quiso dar la orden de que se la destruyese completamente. Al igual que ese antiguo pueblo, nosotros también estamos llenando nuestra copa, por lo que estamos viendo parte del poder divino de los juicios de Dios manifestado en el mundo.

En el tiempo en que la ira de Dios se manifieste con castigos, solo los humildes y consagrados seguidores de Cristo se distinguirán del resto del mundo. Mientras que los impíos procuran arrojar un manto sobre el mal existente, y excusar la gran impiedad que prevalece por doquiera, los que tienen celo por el honor de Dios y amor por sus semejantes, no podrán permanecer indiferentes y callados, solo para obtener el favor del poder humano. Aquellos que no sienten pesar por su propia decadencia espiritual, no alcanzarán la misericordia de Dios, porque todas las naciones están llenas de orgullo, avaricia, egoísmo y engaño de toda clase. El Espíritu de Dios que inspira la represión  del hombre, está siendo pisoteado, mientras triunfan los siervos de Satanás. Dios queda deshonrado, y la verdad anulada. Esto no será por mucho tiempo, porque Dios está sellando su pueblo, como lo hizo en la antigüedad al ordenar a sus mensajeros, los hombres que tienen las armas de matanza en la mano: “Pasad por la ciudad, por en medio de Jerusalén, y pon una señal en la frente de los hombres que gimen y claman a causa de todas las abominaciones que se cometen en ella”. Y a otros les dijo: “Pasad por la ciudad en pos de él, y matad sin lastima ni compasión, y herid; no perdone vuestro ojo, ni tengáis misericordia. Matad viejos, mozos y vírgenes, niños y mujeres, hasta que no quede ninguno. Pero no toquéis a ninguno que tenga la señal. (Ezequiel 9:4-6).

Dios, con infalible exactitud esta pasandole cuenta a todas las naciones. Mientras ofrece su misericordia, con invitaciones al arrepentimiento, esta cuenta permanece abierta; pero cuando la cifras llegan a cierta cantidad que Dios ha fijado, comienza el ministerio de su ira.. La cuenta se cierra. Cesa la paciencia divina. Entonces ya no intercede la misericordia en su favor. El jueves 2 del presente mes recibimos una porcion de la ira de Dios. Me refiero al ataque en Garissa University College, no lejos de la frontera de Kenia con Somalia, donde los terroristas mataron alrededor de 150 cristianos, justamente un dia antes del viernes Santo. Las naciones a lo largo de los siglos han recibido misericordia sin precedente. Les han sido dadas las bendiciones mas selectas del cielo, pero el orgullo intensificado del hombre, la codicia, la idolatria, el desprecio al unico Dios verdadero que está en el cielo, y la vil ingratitud, son cosas que el Señor anota con tinta indeleble.

Las naciones están cerrando rápidamente su cuenta con Dios. Este no es un caso aislado. Son muchas las tragedias que estamos viviendo alrededor de todo el mundo, porque los mayores privilegios de las naciones han sido contaminados por la iniquidad prevaleciente. Bajo la influencia de los injustos que nos rodean, muchos, aún entre los que profesan la verdad, se han enfriado y estan siendo arrastrados por la fuerte corriente del mal. El desprecio universal en que se tiene la Palabra de Dios, la falta de verdadera piedad y compasión, induce a los que no se relacionan estrechamente con Dios a perder la reverencia y obediencia de Su Ley. A medida que la falta de respeto por la Ley de Dios se pone de manifiesto, se hace más distinta la raya de demarcacion entre sus observadores y el mundo.

El amor hacia los preceptos divinos aumenta en una clase de personas en la medida en que en otra clase aumenta el desprecio hacia ellos. La crisis final se está acercando rapidamente. Las cifras que suben velozmente al cielo demuestran que está por llegar el tiempo de la visitación de Dios. Aunque le repugna castigar, castigará sin embargo, y lo hará prestamente. Solo los que anden en la luz podrán ver las señales del peligro inminente que nos rodea. Cristo esta a las puertas. Arrepientete y no temas, porque Dios protegerá a su pueblo el dia de la visitación. Vendrá como protector de todos aquellos que hayan conservado la fe en su pureza y anhelan su llegada!. Amen.

No hay comentarios:

Publicar un comentario