Las personas famosas
generalmente se consideran de un nivel social más alto del resto de la humanidad. Rara vez se relacionan con el mas desposeído. Viven
sujetas a la opinión publica y es muy importante para ellos cuidar su
imagen. Deben siempre mostrar al mundo su mejor fotografía, por eso cuando van
a posar bajo el lente de una cámara quieren dejar plasmado el mejor reflejo. Si se preparan para una sección de fotos,
toman en cuenta el más mínimo detalle:
eligen cuidadosamente el fondo del cuadro,
el vestuario, el ángulo de proyección, la dirección de la luz, el maquillaje,
el peinado, los accesorios, y practican la mejor sonrisa. Muchas veces utilizan los efectos de la naturaleza
para que la foto quede
espectacular, como por ejemplo: el viento, la lluvia, el sol, la playa, etc.
Siempre son realizadas
por un experto. En fin, se toman minuciosamente todas las precauciones
para que la imagen quede perfecta. Casi
todas las cámaras profesionales, y en especial
las más avanzadas permiten tener de
antemano una muestras de la fotografía de forma inmediata, por lo que se pueden borrar todas
las que no queden bien y volver a posar tantas veces como sea necesario, hasta obtener la
mejor.
Los famosos venden su imagen a través de la televisión, la radio, los periódicos y/o algunas revistas sensacionalistas. Los grandes comerciantes los contratan para hacer anuncios publicitarios y darle credibilidad al producto. Se elige cuidadosamente también el nombre de la revista y/o periódico donde se va a exhibir la foto, para no dañar la imagen. Otros hacen contratos con grandes diseñadores para fabricar ropas de marcas exclusivas o de perfumes, con etiquetas que llevan sus nombres. Es un privilegio y un honor para algunas personas poder contar con un famoso en su lista de invitados cuando realizan algún evento. Los paparazzi viven detrás de ellos para fotografiarlos aunque no estén posando. Desean publicar cualquier acontecimiento de sus vidas e inclusive venden la exclusividad al mejor postor. En otras palabras, viven perseguidos por la fama, porque en este mundo la fama tiene un precio. Y el mundo los asedia constantemente.
La mayoría de las personas que siguen sus carreras se vuelven fanáticos, tanto, que los niños, los jóvenes y hasta los mayores los convierten en ídolos del mundo. Muchos de sus seguidores se dedican a coleccionar toda su trayectoria profesional o artística, otros, anhelan conocerlos en persona y son inspiración para imitarlos. Pero por más recuerdos que guardemos de las personas famosas que admiramos en este mundo, nunca podremos guardar el cuadro de sus vidas. Famosos o no, todos tenemos que preparar el cuadro de nuestras vidas, no el cuadro físico, sino el cuadro de nuestra vida espiritual, el que esta archivado en el cielo. ¡Que hermoso seria si todo ese esfuerzo y esa energía la dedicáramos a nuestro Señor Jesucristo!, tratando de imitarlo, buscándolo con desesperación, convirtiéndolo en nuestro ídolo, tratando de conocerlo, reflejando su carácter y preparándonos para su venida, para así deleitarnos con la mejor fotografía que todo ojo humano haya podido ver.!, como él nos prometió….El mundo sería mucho mejor.
Por qué será que a pesar de toda la fama y el dinero nunca pensamos en rendirle honor al autor de la vida?, al que nos permitió estar en este mundo, al que dio la vida por cada uno de nosotros? .Si somos famosos es porque nuestro Padre lo permitió, si no lo somos también; pero es triste saber que no le dedicamos tiempo ni siquiera para decirle: “Gracias Padre, tu eres mi tesoro, mi fama, mi vida y todo lo que soy, yo lo rindo a ti, te lo devolveré en el cielo cumpliendo tu mandato aquí en la tierra, esperando por ti para la salvación de mi Alma”. Muchas serían las bendiciones! .Nos gastamos la vida ocupados en nuestro mundo, preocupados por dejar la fotografía física, no nos importa la fotografía de la vida…..Será este el gran secreto del por qué muchos ricos y famosos no encuentran la felicidad? .Estoy segura que habría una gran diferencia si pusiéramos nuestro egoísmo a un lado, reconociendo que no somos dueños de lo que tenemos, y que algún día tendremos que partir a nuestro viaje final. Dios dice en su palabra “LO QUE ES DEL MUNDO, EN EL MUNDO QUEDARA Y LO QUE ES DE DIOS, A DIOS REGRESARA”…Será que no entendemos sus palabras? .La palabra de Dios es sagrada, y siempre se cumplirá.
En estos tiempos modernos, por medio del internet podemos poner en exhibición cientos de fotos en un minuto con solo apretar una tecla, todo el mundo las puede ver, no importa si eres famoso o no. Casi todos los teléfonos celulares traen integrada una cámara que son de fácil manejo. Necesariamente no tienes que ser un profesional de la fotografía para obtener una buena foto. También estos teléfonos nos permiten borrar las que no nos gustan. Siempre queremos plasmar en ellas el mejor momento y la mejor imagen. De vez en cuando las actualizamos con la más reciente. Muchos de nuestros amigos nos llaman o nos envían un mensaje de texto para decirnos: ¡oye, te vi en internet, que bien quedaste!. El ego humano se satisface con el comentario de nuestros semejantes y eleva la autoestima. Otras veces decidimos ampliar la foto y ponerla en nuestros hogares para que nuestros invitados la vean. Generalmente compramos un bonito marco o la ponemos en un álbum para que no se maltrate. Quisiéramos detener el tiempo y permanecer como nos vemos en la fotografía.
En mi época de estudiante aprendí, hace ya mucho tiempo, que los ojos son la mejor cámara fotográfica del mundo, la más rápida, con mayor capacidad de memoria, y de largo metraje. Con solo abrir y cerrar un ojo, el cerebro registra inmediatamente la imagen y queda plasmada en su interior. La vista pertenece al grupo de los sentidos especiales. Es la cámara natural que todo ser humano tiene y registra en su archivo (la memoria), una gran cantidad de fotos que por medio del recuerdo puede revisar con frecuencia, y después de cierto tiempo ella automáticamente comienza a borrar, para dar paso a nuevos archivos. Esta cámara tiene una característica muy particular, no hay tecnología que la iguale. Te explico: Los ojos están localizados en el “midbrain” por su nombre en inglés, justo debajo del cerebro y encima de los pómulos. El cerebro es considerado la masa más grande de tejido nervioso en nuestro cuerpo. Se estima que en los hombres pesa alrededor de una media libra, y en la mujer un poquito menos. El midbrain está asociado con el reflejo y localización del movimiento de los ojos, a su vez esta sujetado del tronco del cerebro y también está conectado con la medulla oblongata, que es también una parte muy importante del resto del cerebro y juntos forman un equipo, responsables de las funciones involuntarias del cuerpo.
La ciencia ha dividido los lóbulos del cerebro en cuatro partes: frontal, parietal, temporal y occipital. Este último es el que regula los distintos aspectos de la visión y el lóbulo temporal percibe los estímulos de la memoria. Pero falta un detalle, y es el más importante en este tema. La memoria humana donde guardamos las fotografías de nuestras vidas tiene una capacidad de almacenaje de billones y billones de fotos. Algunos estudios científicos demuestran que una persona solo logra retener el 25% de todo lo que guarda. El resto, aunque está archivado pasa al olvido, dependiendo del ejercicio que le pongamos al recuerdo. Esto solo pudo hacerlo un genio!, Dios, porque si no fuera así, los sensores del cerebro se quemarían. Sabias tu, que en el cielo Dios tiene el casete completo de nuestra memoria, inclusive con los eventos que hemos olvidado? . Esto es muy interesante, pero casi nunca nos preocupamos por ensamblar el cuadro de nuestras propias vidas.
Muchas veces he oído historia de personas que han estado en coma, al borde de la muerte y han despertado. Dicen haber visto toda su vida reflejada en una luz, dentro de un túnel, como si fuera una película; pero proyectada a gran velocidad. Otros han contado que una voz les ha hablado y les ha ordenado devolverse porque no es el tiempo de partir. No sé si es verdad, pero quiero informarte que debemos preparar el cuadro de nuestras vidas en este mundo. Dios no te va a pedir ninguna foto de papel, él tiene todas las fotografías de nuestras vidas desde que nacemos hasta que él nos llama. El fue quien nos creó y somos parte de Su plan de salvación, porque algún día cuando seamos llamados al descanso, ese álbum completito el Señor lo va a revisar y si está vacío él nos va a preguntar, y de forma individual: “Hijo mío, qué hiciste con la vida que te regale?. Que hiciste con los hijos que te di? En que invertiste el tiempo que nunca supe de ti? Donde guardaste mi ley?, donde está tu fotografía? .No importa si eres famoso o no, si eres rico o pobre, si eres profesional, o si en la tierra almacenaste muchas fotografías muy hermosas, el Señor nos va a cuestionar a todos por igual. Que le vas a responder?….tiene lista la respuesta?
Ahora te pregunto: estas preparando el cuadro de tu vida para mostrarle a tu Padre?, o piensas dejarlo enganchado en la pared… (Examina tu conciencia, ella te contestará). Ora al Padre para que te dé luz!.