sábado, 25 de febrero de 2012

EL CUADRO DE LA VIDA



Las personas famosas generalmente se consideran de un nivel social más alto del  resto de la humanidad. Rara vez  se relacionan con el mas desposeído. Viven sujetas a la opinión publica y es muy importante para ellos cuidar su imagen.  Deben siempre  mostrar al mundo  su mejor fotografía, por eso cuando van a  posar bajo el lente de una cámara  quieren dejar plasmado  el mejor reflejo. Si  se preparan para una sección de fotos, toman  en cuenta el más mínimo detalle: eligen cuidadosamente   el fondo del cuadro, el vestuario, el ángulo de proyección, la dirección de la luz, el maquillaje, el peinado, los accesorios,  y  practican la mejor  sonrisa. Muchas veces  utilizan los efectos de  la naturaleza  para que la foto  quede espectacular, como por ejemplo: el viento, la lluvia, el sol, la playa, etc. Siempre  son  realizadas  por un experto. En fin, se toman minuciosamente todas las precauciones para que la imagen quede  perfecta. Casi todas las cámaras  profesionalesy en especial  las más avanzadas permiten  tener de antemano una muestras de la fotografía de forma inmediata,  por lo que se pueden  borrar todas  las que no queden bien y volver a posar tantas  veces como sea necesario, hasta obtener la mejor.

Los famosos venden su imagen a través de la televisión, la radio, los periódicos y/o  algunas revistas sensacionalistas. Los grandes comerciantes  los contratan para hacer  anuncios publicitarios y darle credibilidad al producto. Se elige cuidadosamente también el nombre de la revista y/o periódico  donde se va a exhibir la foto, para no dañar la  imagen.   Otros   hacen contratos con grandes diseñadores para fabricar  ropas  de marcas exclusivas  o  de perfumes,  con etiquetas que llevan sus nombres. Es un privilegio y un honor para algunas personas  poder contar  con un famoso en su lista de invitados cuando realizan algún evento. Los paparazzi viven detrás de ellos  para fotografiarlos aunque no estén  posando. Desean  publicar  cualquier acontecimiento  de sus vidas e inclusive venden la exclusividad  al mejor  postor. En otras palabras, viven  perseguidos  por  la fama, porque en este mundo la fama tiene un precio. Y el mundo los asedia  constantemente.

La mayoría de las personas que siguen sus carreras se vuelven fanáticos, tanto, que los niños, los jóvenes y hasta los mayores los convierten en ídolos del mundo. Muchos de sus seguidores se  dedican a  coleccionar toda su trayectoria  profesional o artística, otrosanhelan conocerlos en persona  y son inspiración para  imitarlos. Pero por más recuerdos que guardemos de  las personas famosas que admiramos en este mundo, nunca podremos guardar el cuadro  de sus vidas. Famosos o no, todos tenemos que preparar el cuadro de nuestras vidas, no el cuadro físico, sino el cuadro de nuestra vida espiritual, el que esta archivado en el cielo. ¡Que hermoso seria si todo ese  esfuerzo y esa energía  la dedicáramos a nuestro Señor Jesucristo!, tratando de imitarlo, buscándolo con desesperación, convirtiéndolo en nuestro ídolo, tratando de conocerlo, reflejando su carácter y preparándonos para su venida, para así deleitarnos con la mejor fotografía que todo ojo humano haya podido ver.!, como él nos prometió….El mundo sería mucho mejor.

Por qué será que a pesar de toda la fama y el dinero nunca  pensamos en rendirle honor  al autor de la vida?, al que nos permitió estar en este mundo, al que dio la vida por cada uno de nosotros? .Si somos famosos es porque nuestro Padre lo permitió, si no lo somos también;  pero es triste saber   que no le  dedicamos  tiempo ni siquiera  para decirle: “Gracias Padre, tu eres mi tesoro, mi fama, mi vida y todo lo que soy, yo lo rindo  a ti, te lo devolveré en el cielo  cumpliendo tu mandato  aquí en la tierra, esperando por ti para la salvación de mi Alma”.   Muchas serían las bendiciones!  .Nos gastamos la vida  ocupados en nuestro mundo, preocupados por dejar la fotografía física, no nos importa la fotografía de la vida…..Será este el gran secreto del por qué muchos ricos y famosos no encuentran la felicidad? .Estoy segura que habría  una  gran  diferencia  si pusiéramos  nuestro egoísmo a un lado,  reconociendo  que no somos dueños de lo que tenemos,  y que algún día tendremos que partir a  nuestro viaje final. Dios dice en su palabra “LO QUE ES DEL MUNDO, EN EL MUNDO QUEDARA Y LO QUE ES DE DIOS, A DIOS  REGRESARA”…Será que no entendemos sus palabras? .La palabra de Dios es sagrada, y siempre se cumplirá.

En estos tiempos modernos, por medio del internet  podemos poner en exhibición cientos de fotos en un minuto con solo apretar una tecla, todo el mundo las puede ver, no importa si eres famoso o no. Casi todos los teléfonos celulares traen integrada una cámara que son de fácil manejo.  Necesariamente no tienes que ser un profesional de la fotografía  para obtener una buena foto.  También  estos teléfonos nos permiten borrar las que no nos gustan. Siempre queremos plasmar en ellas el mejor momento y la mejor imagen. De vez en cuando las actualizamos con la más reciente. Muchos de nuestros amigos nos llaman o nos envían un mensaje de texto para decirnos: ¡oye, te vi en  internet, que bien quedaste!. El  ego humano se satisface con el comentario de nuestros semejantes y  eleva la autoestima. Otras veces decidimos ampliar la foto y ponerla en nuestros hogares para que nuestros invitados la vean.  Generalmente compramos un bonito marco o la ponemos en un álbum para que no se maltrate. Quisiéramos detener el tiempo y permanecer como nos vemos en la fotografía.

En mi época de estudiante aprendí, hace ya mucho tiempo, que los ojos son la mejor cámara fotográfica del mundo, la más rápida, con mayor capacidad de memoria, y de  largo metraje. Con solo abrir y cerrar un ojo, el cerebro registra inmediatamente la imagen y  queda  plasmada  en su interior. La vista  pertenece al grupo de los sentidos especiales.  Es la cámara natural que todo ser humano tiene y registra en su archivo (la memoria), una gran cantidad de fotos que por medio del recuerdo puede  revisar con frecuencia, y después de cierto tiempo ella automáticamente comienza a borrar, para dar paso a nuevos archivos. Esta  cámara  tiene una característica muy particular, no hay tecnología que la iguale. Te explico: Los ojos están localizados en el “midbrain” por su  nombre en inglés, justo debajo del cerebro y encima de los pómulos. El cerebro es considerado  la masa más grande  de tejido nervioso  en  nuestro cuerpo.  Se estima que en los hombres pesa alrededor de una media libra, y en la mujer un poquito menos. El midbrain  está asociado con el reflejo y localización del movimiento de los ojos, a su vez esta sujetado del tronco del cerebro y también está conectado  con la medulla oblongata, que es también una parte muy importante  del resto del cerebro y juntos forman un equipo, responsables de las funciones  involuntarias del  cuerpo.

La ciencia ha dividido los lóbulos del cerebro en cuatro partes: frontal, parietal, temporal y occipital. Este último es el que regula  los distintos aspectos de la visión y el lóbulo temporal percibe los estímulos de la memoria. Pero falta un detalle, y es el más importante en este tema. La memoria humana  donde guardamos las fotografías de nuestras vidas tiene una capacidad de almacenaje de billones y billones de fotos. Algunos estudios científicos demuestran que una persona solo logra  retener  el 25% de todo  lo que guarda. El resto, aunque está archivado pasa al olvido, dependiendo del ejercicio que le pongamos  al recuerdo. Esto solo pudo hacerlo un genio!, Dios,  porque si no fuera así, los sensores del  cerebro se quemarían. Sabias tu, que en el cielo Dios tiene el casete completo de nuestra memoria, inclusive con los eventos que hemos olvidado? . Esto es muy interesante, pero casi nunca nos preocupamos por ensamblar el cuadro de  nuestras propias vidas.

Muchas veces he oído historia de personas que han  estado en  coma, al borde de la muerte y han despertado. Dicen haber visto toda su vida reflejada en una luz, dentro de un túnel,  como si fuera una película;  pero proyectada  a gran velocidad. Otros han contado que una voz les ha hablado y les ha ordenado  devolverse porque no es el tiempo de partir.  No sé si es verdad, pero quiero informarte que debemos preparar el cuadro  de nuestras  vidas  en este mundo.  Dios no te va a pedir ninguna foto de papel,  él tiene todas las fotografías  de nuestras vidas desde que nacemos hasta que él nos llama. El fue quien  nos creó y somos parte de Su plan  de salvación,  porque algún día cuando seamos llamados al  descanso,  ese álbum completito  el Señor lo va a revisar y si está vacío él  nos va a preguntar, y de forma individual:  “Hijo mío, qué hiciste con la vida que te regale?. Que hiciste con los hijos que te di? En que invertiste el tiempo que nunca supe de ti? Donde guardaste mi ley?, donde está tu fotografía? .No importa si eres famoso o no,  si eres rico o pobre, si eres profesional, o si  en la tierra almacenaste  muchas fotografías muy hermosas, el Señor nos va a cuestionar a todos por igual. Que le vas a responder?….tiene lista la respuesta?

Ahora te pregunto: estas preparando el cuadro  de tu vida para mostrarle a tu Padre?, o piensas dejarlo enganchado  en la pared… (Examina tu  conciencia,  ella te contestará). Ora al  Padre para que te dé luz!.

jueves, 23 de febrero de 2012

MI EXPERIENCIA CON JESUS "TESTIMONIO"



                         (Este artículo fue modificado el 14 de enero, 2014)

 A través de este testimonio, quiero rendirle un reconocimiento público a mi Creador Dios, el verdadero autor de esta historia, porque si él no me hubiera dado la vida, yo no tendría historia. Quiero rendir honor a ese personaje divino que es mi Padre Celestial, porque por su infinito amor me trajo al mundo; un amor sometido a toda prueba. Sólo Cristo puede ofrecerlo porque es divino y baja del cielo. Ningún ser humano puede igualarlo. Gracias Padre por amarme tanto!.

Para aquellos que no me conocen, mi nombre es Elida Pérez, me considero una persona muy tímida. Soy tartamuda y no me gusta hablar en público porque me pongo muy nerviosa  y se nota más mi tartamudez. Por la forma en que fui criada me convertí en una persona introvertida pero con muy alta autoestima  y con una clara idea de mis perspectivas en la vida, que hoy entiendo  siempre fueron dirigidas por las manos de Dios, porque todas mis metas han sido logradas, lo que hace sentirme una mujer realizada, aunque en aquel entonces atribuí mis logros  a mí misma. Desde  mi niñez y hasta la adolescencia  me incliné por el arte, el canto, la música, el baile, la pintura  y la actuación; todas truncadas. Pero luego  descubrí que tenía destreza en  la escritura. Este fue mi gran desahogo y escribí varias canciones y poemas que nunca pasaron de mis cuadernos y hasta tuve la oportunidad ya en mi vida profesional, de escribir un libreto para una comedia en la que también actué.

En la actualidad estoy casada, y soy madre de tres maravillosos hijos  que el Señor Jesús con su infinito amor me regaló. Todos en mi familia hemos recibido a Jesucristo como nuestro Salvador y puedo decir sin temor a equivocarme que en nuestro hogar, el Rey es Jesucristo. Pero en mi vida pasada las cosas no siempre fueron así, fue todo lo contrario. Hoy entiendo el verdadero propósito y la misión que Dios tenia para mí, y cómo Jesucristo fue guiando mi vida desde que nací hasta que finalmente lo conocí.

Vengo de un hogar donde desde mi niñez y hasta que tuve uso de razón viví encarcelada  y privada de toda libertad, donde no se me permitía ni siquiera abrir la boca para expresar una opinión, se violaron todos mis derechos. Fui víctima de todo tipo de abusos: físico, verbal y emocional, sometida a un régimen  militar donde reinaba la esclavitud y la violencia. Siempre tuve que ejecutar las órdenes de los demás, y lo único que podía hacer por mí misma era respirar y pensar. Mi  tiempo libre era cuando dormía, pero también estaba controlado. Cualquier sentimiento positivo o negativo tenía que esconderlo. Reír, llorar, enfermarme o  mostrar hambre, eran actos incomprendidos. En resumen todo estaba prohibido. 

En mi memoria no tengo registrado un solo beso de mis padres, ni una caricia, ni un abrazo. Mis oídos nunca escucharon un "te quiero", ni una sola palabra afectiva. Por más que lo intento no puedo recordar  un solo gesto  de mis padres, donde me mostraran amor. Finalmente descubrí que en todo momento  el amor de mi Padre Celestial nunca me faltó y que él tenía una misión muy importante que yo tenía que cumplir antes de partir de este mundo.

Siempre notaba que mis padres no me querían. A la edad de 16 años  y cursando el bachillerato o High School, por primera vez me dejaron salir de la casa para asistir a un retiro espiritual en las afueras de la ciudad,  (por una semana). Durante mi estadía en ese lugar, sentí tanta paz que recuerdo una noche me arrodillé y pedí a Dios morir antes de que terminara la  semana, no quería  regresar a la casa. Me acosté con la absoluta certeza de que no vería el día siguiente. Con el pensamiento me despedí de todo el mundo y sentí que Dios me había escuchado. Me entregué a la muerte. Pero cuál fue mi sorpresa cuando desperté?, estaba viva, no morí. Esto me produjo una profunda tristeza que no me permitía dejar de llorar. Dios rechazó mi ofrecimiento, no me quería en el cielo, y tenía que  seguir en la tierra aún en contra de mi voluntad.

Cuando salí de mi habitación, me encontré en el pasillo con el sacerdote que estaba dirigiendo el retiro. Este señor se me acercó y me preguntó por qué estaba llorando, que si quería contárselo; pero yo no dejaba de llorar y tampoco podía emitir ninguna palabra. Entonces él me dijo algo que gravé en mi memoria. Me dijo que en Dios yo tenía un amigo,  que confiara en él, que le dijera lo que me sucedía y le llevara todos mis problemas; pero que siempre hiciera su voluntad y no la mía. Esto me tranquilizó y practiqué este consejo  por mucho  tiempo.  Comencé a recibir respuesta a todas mis preguntas.

Poco tiempo después descubrí por mí misma  que las personas que me estaban criando no eran mis padres biológicos  y que mi vida  estaba llena de secretos y engaños, pero Dios había estado preparando mi corazón para que ese descubrimiento no me afectara y no dejara en mi ninguna secuela, porque cuando supe entre otras cosas, que mis padres biológicos me habían regalado y tuve la oportunidad de conocerlos, no me impacté, y mis sentimientos permanecieron inalterables.

Mis padres adoptivos fallecieron ya siendo yo adulta, y los cuidé hasta sus últimos días. Nunca les di a entender  que yo sabía que no era su hija. Este fue un tema del que nunca se habló. No cambié mi  actitud, nunca me rebelé contra ellos, ni les falte el respeto. Siempre me preguntaba por qué no podía sentir  rencor, odio o resentimiento por ellos, a pesar de que  me habían maltratado tanto. Nunca perdí la confianza en Dios, pero todavía no entendía la razón de mi existencia, ni el por qué me tocó vivir así, sintiéndome rechazada por todos.

En 1976 estando en la Universidad, tuve una compañera de clases  con la cual hice una gran amistad. Durante nuestras conversaciones, un día  me dijo que ella y  toda su familia eran adventista del 7mo.dia.  Yo le pregunté qué era eso, nunca había escuchado esa religión. Ella me explicó que era un movimiento cristiano donde se guardaba el sábado como reposo del Señor, no consumían carne de cerdo y estudiaban  la Biblia. Pensé, aunque no se lo dije, que ella no estaba bien de su mente. Yo nunca había tenido una Biblia en las manos, además no conocía  a nadie más con esas creencias. Siempre rechacé a todas las personas que veía con la Biblia, los consideraba fanáticos religiosos. Jamás volvimos a tocar el tema, a pesar de que la amistad continuó.

En el  2001 y por medio de una fotografía, conocí al que sería mi cuarto esposo  e iniciamos una relación sentimental, luego me dijo que era adventista. Siempre me mencionaba pasajes de La Biblia, me habló del diezmo y de guardar el sábado. Eso no era interesante para mí y pronto pensé que me había encontrado con otro fanático religioso. A pesar de eso aceptaba acompañarlo a la iglesia los sábados, porque cuando estaba en su compañía  me sentía en paz. Para él, eso se hizo costumbre, a mí me resultaba tedioso. Para colmo, siempre nos veíamos los sábados porque era el día que tenía libre en mi trabajo, pero el único paseo era ir a la iglesia a escuchar un sermón que yo no entendía, y luego almorzar con su familia o en la iglesia, lo que para mí era muy aburrido.

Nuestras diferencias religiosas terminaron por separarnos, simplemente yo no admitía que estaba equivocada y un día este tema fue motivo de discusión y cortamos toda comunicación. Meses después el volvió a buscarme y nos reconciliamospero yo le  puse la condición de que no me obligara a acompañarlo a la iglesia, ni me hablara de su religión. El aceptó el trato y me dijo que el Espíritu Santo se encargaría de guiarme a la verdad. Por supuesto,  no le creí.

En el 2003 nos casamos, y en el 2005 vinimos a residir a la Florida. Conseguí un trabajo que sin pedirlo, también tenía libre el sábado, por lo que no podía darle excusas para no ir a la iglesia. Comencé a aceptar de malas ganas  sus creencias; algunas veces  lo acompañaba a la iglesia  solo para complacerlo. Se me hacía sumamente pesado, yo no tenía esa costumbre, me costaba renunciar a lo que yo siempre había creído y no me gustaba orar. Recuerdo que en una ocasión estando en la iglesia,  hice una petición a Dios sobre algo que yo no había podido resolver y le prometí a cambio, que me bautizaría si me lo concedía. Su respuesta fue inmediata, las cosas se dieron exactamente como las pedí, de forma tan clara que me asusté. Ahora  el problema era mayor, porque entendí la magnitud del compromiso que había hecho y no me decidía a cumplir la promesa, por lo que siempre la postergué.

En el 2010 asistí a una campaña evangelistica, y cuando el Pastor hizo el llamado para que pasaran al frente los que se sentían tocados por el Espíritu Santo, sentí un impulso, y fui la primera en pasar al frente para aceptar al Señor. En un instante, el Espíritu de Dios retiró la venda de mis ojos, destapó mis oídos, doblegó mi voluntad  y sensibilizó mi corazón. Di el paso más importante de mi vida, que jamás pensé que daría a pesar de que lo había prometido. Entregué sin reservas mi vida a Cristo como ya  lo habían hecho antes mis dos hijos mayores.  El 31 de  julio del 2010 mi vida cambio para siempre, porque no solo comprendí la razón de mi existencia, de que fui concebida  mediante  un acto de amor y que por amor estaba siendo salvada,  también lo sentí en mi corazón. Ese mismo día, Dios comenzó a bendecirme porque mi hijo menor, que estaba renuente al bautismo,  tomó también la decisión, y junto a mi esposo, que  lo hizo de nuevo para apoyarnos, los tres fuimos bautizados.

Recuerdo que durante el bautismo, el Pastor de la iglesia que había estado detrás de mí para que me bautizara, señalándome, dijo que mi decisión había sido un milagro. Quizás el nunca entienda cuánta razón tenía al decir esas palabras, porque por mucho tiempo corrí y me escondí  de la verdad,  hasta que el Señor finalmente me alcanzó, para liberarme de la cárcel y ofrecerme la libertad absoluta que solo da el Espíritu de Dios, y que garantiza la vida eterna. Desde entonces me siento libre, son innumerables las bendiciones que he recibido. Hablo todos los días con mi Padre, a cada hora y en todo lugar, siempre está disponible. Lo llevo donde quiera que voy, porque vive en todos mis pensamientos y en mi corazón. Nuestra relación es tan íntima  y perfecta  que solo puede venir de un ser divino.

Todos los seres humanos hemos padecido en algún momento de nuestras vidas, de las enfermedades del Alma; el único órgano que está en nuestro cuerpo y que no puede  ser examinado por ningún doctor ni someterlo a cirugía, porque es abstracto y regresa a su creador.  Pero tenemos el medicamento mágico y perfecto que cura todo. Se llama AMOR DE DIOS. La ciencia humana jamás podrá descifrar sus componentes, su creador tiene la formula, pero está al alcance de todos. No tiene marca de laboratorio, ninguna farmacia lo vende. No se puede inventar en la casa, es de fabricación celestial. No tiene restricción, está indicado para personas de todas las edades, sexo, color, clase social  y  religión.

No tiene efectos secundarios ni produce reacción alérgica. No trae instrucciones de cómo administrarlo, el Espíritu Santo las escribe en el corazón para que no se olviden. Nunca se agota, su almacén es del tamaño del cielo. No tiene fecha de vencimiento, nunca nadie lo ha devuelto porque este expirado o lo haya recibido en mal estado. Es genuino, no se  puede imitar ni falsificar. Es único, no tiene competencia. Ningún médico lo puede prescribir, pero la receta está escrita en todos los idiomas.  Tiene sello de garantía, promete la vida eterna.  Es adictivo y contagioso; una vez que lo prueba no puedes vivir sin él y desea darlo a conocer a todo el mundo. No tiene ningún costo, se le regala a quien lo pide  y se da en abundancia para que nunca falte.

En el 2012, después de escribir mi primer libro titulado: “Condenados por la amistad” (mi biografía), recibí el mayor de los regalos que Dios tenia para mí. Durante 21 días, en el mes de abril, estuve recibiendo mensajes del Señor. Me habló de mi vida pasada. Seleccionó el sábado 21 de abril de ese mismo año para que a través de él, yo hablara en la iglesia. Me habló de algunas personas en particular, y me informó que su segunda venida será hacia o antes del 2017. Lamentablemente estas son cosas inexplicables e increibles para el hombre, y se me impidió dar el mensaje, por lo que continué escribiendo, y actualmente tengo cinco libros publicados, donde narro con más detalles mi experiencia con Jesús.

Desde entonces he tenido muchas pruebas. Muchas cosas han cambiado. Mi esposo me abandonó porque estoy dedicada a escribir para el Señor, y no estaba aportando según él, ninguna ayuda económica para el hogar. A pesar de que me sentí dolida por su abandono, comprendí que en verdad él no ama a Dios, como dice. Él fue el instrumento que Dios escogió para que yo encontrara el camino a Cristo, y cuando lo encontré, se opuso a que yo desarrollara la misión que el Señor me había dado. En conclusión, puedo decir que Dios conoce el corazón de todos sus hijos y sabe quién en verdad le es fiel.

Mi vida ha cambiado para bien, porque el amor de mi Padre celestial me sostiene, nunca me ha abandonado, siempre suple todas mis necesidades y no hay poder humano que lo pueda desplazar. Oro por mi esposo para que Dios lo ayude a encontrar el camino correcto de la salvación, y para que entienda que en el mundo todo es pasajero. Que el amor a Dios es lo único que perdura, y sin él, aunque tengamos dinero, somos pobres y estamos desnudos ante su presencia.

A ti, que estás leyendo este testimonio te exhorto a que si todavía no le has entregado tu vida a Jesucristo, lo hagas con urgencia. Estamos en  ALERTA ROJA. Pronto se cerraran las puertas del cielo, no se podrán hacer más peticiones, no espere por nadie, la salvación es individual. Es el único patrimonio que no se puede transferir o heredar, no dejes padecer  tu alma por falta del medicamento, recuerda es GRATIS. No te arriesgue a que se pierda. Que no te tome desapercibido (a), en cualquier momento su dueño la puede reclamar por lo que no es bueno hacer planes a largo plazo. No la encarcele ni obstruya para que pueda volar libre a su creador. No vivas en la mentira, la verdad siempre ha estado a la luz. No olvides que nada de lo que tienes te pertenece, ni siquiera la vida.

Solamente cuando  conoces el amor de Dios, podrás  experimentar la "libertad" en toda la extensión de la palabra, la libertad que  da el  Espíritu de Dios, no el hombre. Tener el amor de Dios en tu vida es una experiencia indescriptible y única, tienes que vivirla. No te pierdas  de ese privilegio, búscalo o permite que alguien te muestre el camino correcto para obtenerlo.  Hay muchas personas como yo que  desean  hacerlo. Cuando lo encuentre, no te resista, es como el viento; tu no lo puedes ver pero te toca. Se fiel obedeciendo toda su ley.  Responde al llamado de Dios, y él se encargará de transformarte.

El  hombre  fue creado por un ser infalible. Podemos hacer uso del tacto, el olfato, el gusto, los ojos y los oídos. La ciencia los ha clasificado como sentidos especiales que con el paso del tiempo se van deteriorando. De hecho son considerados  desordenes comunes de la  vejez. Dios con su infinita sabiduría nos permitió  alcanzar  en este mundo una visión limitada. Cuando logramos enfocar objetos a la distancia  por medio del optómetro y el resultado es 20/20, nuestra visión es considerada perfecta. Pero que maravilloso es saber que cuando Cristo vive en nosotros, por medio de la imaginación nos permite alcanzar una visión de 100/100  para que lo miremos a él y todo lo que tendremos en nuestra nueva vida, agudiza nuestros oídos para que podamos escuchar su voz, podemos saborear su dulzura y sentirlo en nuestros  corazones. La mente entra en un éxtasis del cual no quisiera salir, entonces es cuando comprende por qué tenemos sentidos especiales.

Hoy tengo nuevas perspectivas depositadas en las manos de Dios, sin lugar a dudas  voy a lograrlas y las veré  realizadas en mi hogar definitivo, cuando  llegue al Reino de los Cielos!....Cristo viene muy pronto!.