sábado, 4 de octubre de 2014

SIN MISERICORDIA



Una palabra que llega a nuestra mente, especialmente cuando estamos frente a algún evento incomprensible para el ser humano, y que sin lugar a dudas nos hace pensar que es obra de ese Ser Divino que nos observa, es  la  “misericordia”. Pero, ¿entendemos realmente lo que esta palabra significa?. ¿Crees que con la situación actual del mundo, Dios puede continuar siendo misericordioso con el hombre?. Quizás muchos no lo sepan, pero la misericordia de Dios terminó en el 2004. Desde entonces estamos viviendo sin misericordia. En Génesis 5, podemos encontrar la historia de los primeros diez patriarcas, descendientes de Adán. Para mencionar algunos: Jared, tenía 162 años cuando nació su hijo Enoc, y después de este nacimiento vivió 800 años más, y tuvo otros hijos e hijas, y murió a los 962 años. Su hijo Enoc, tenía 65 años cuando nació su hijo Matusalén (el hombre más longevo de la antigüedad), porque murió a los 969 años. Después que nació Matusalén, Enoc anduvo con Dios 300 años, y desapareció de la tierra, porque Dios se lo llevó sin conocer la muerte.

Dios es el dueño del tiempo, y nada sucede por casualidad. Las edades de los hombres de la antigüedad, que se revelan en las Sagradas Escrituras, no fueron puestas para adornar la Biblia, o llenar espacio con esta información. Todo lo que está escrito, tiene un por qué y encierran mensajes entre líneas del Señor, porque lo que en verdad Él nos quiere decir no está expresado de manera evidente, y hay que discernirlo con la luz del Espíritu Santo. Y otras veces, hay que realizar un análisis profundo para desentrañar el mensaje. El Señor con su infinita sabiduría utilizó esta estrategia con la intención de motivar el interés en el estudio de las Escrituras, y dar entendimiento a quien a Él le plazca darlo.

Enoc fue el séptimo hijo de Dios después de Adán, y es el único hombre que menciona la Biblia que ascendió al cielo sin ver la muerte, a excepción del profeta Elías, que también desapareció en un torbellino. Con la diferencia de que antes de Enoc desaparecer de la faz de la tierra, fue llevado a los cielos por ángeles mandados por el Señor, para darle a conocer su nuevo nombre (Angel Metatrón), al momento de ser exaltado en el cielo. Para explicarle su traslado y transformación de ser humano a ángel. Además, con el propósito de explicarle el funcionamiento de los cielos, la creación del mundo, los misterios astronómicos y el calendario, y tambien mostrarle el destino de las almas humanas al morir (justos e inicuos), para que se lo anunciara a sus descendientes, después de un descenso milagroso a la tierra por 30 días mas, y una nueva ascensión al Paraíso, para que hablara a sus hijos del Apocalipsis, antes de ser llevado definitivamente a la eternidad. 

Entre otras cosas se le mostró que la misericordia de Dios terminaría antes del fin de la humanidad. Antes de Enoc ser llevado a la presencia de Dios, que está en el décimo cielo, y haciendo su recorrido por el séptimo, en el año 500 de Enoc, en el séptimo mes, y en el decimocuarto día (500+7+14=17), un temblor estremeció el cielo, y el ángel Uriel le dijo a Enoc que no tuviera miedo, que eso significaba que ese día, la misericordia de Dios había terminado. El hombre fue creado en el sexto día, de 7 consistencias divinas, y se le permitió vivir en este mundo durante 7 tiempos. Siete tiempos en el calendario profético es igual a 360x7=2520 días, que sumados sería igual a 9. Y este cálculo es parte de la profecía de los 1,260 días reveladas en el libro de Daniel y Apocalipsis, que se desglosa de la siguiente forma: un tiempo es igual a 360 días=9, dos tiempos es igual a 720 días=9, y medio tiempo es igual a 180 días=9, que sumados entre sí es igual a: 360+720+180= 1,260 días, y si este resultado lo sumamos, también es igual a 9. Todas las cosas de Dios son perfectas, y lo quiero demostrar con el siguiente ejemplo: 360x7=2,520. 720x7=5,040. Y 180x7=1,260. Si sumamos por separado los resultados de todos los tiempos, todas las cantidades dan 9, que significa el Poder de Dios, y si este número lo sumamos o multiplicamos con los tres tiempos, el resultado seria 27, lo que sumado sigue siendo 9.

Cercano está el día en que no se contará más; el tiempo se detendrá, y no habrá más días, ni noches, ni horas, ni meses, ni semanas. El año en realidad tiene 364 días, y los 4 días adicionales son las estrellas que dirigen las estaciones y los meses. A medida que el tiempo pasa, se van acortando los días y las noches. La Palabra de Dios dice que cuando el tiempo del fin esté cerca, por causa de los elegidos, el tiempo se acortará. La luna cambiará su órbita, y los guías que dirigen el tiempo alterarán el orden de las estaciones y la luz del sol. Los hombres quedarán confundidos en todos sus caminos, y sus pensamientos estarán equivocados. ¿No estamos viviendo actualmente bajo estas condiciones? Estoy completamente segura que sí. Necesitaríamos estar ciegos y sordos para no darnos cuenta de lo que pasa en el mundo. 

Apocalipsis 10 nos habla de la apertura del libro profético que está en el cielo, y en el versículo 6, del mismo capítulo, el Señor nos dice claramente que el tiempo no será más, sino que en los días de la voz del séptimo ángel, cuando él esté por tocar la trompeta, el misterio de Dios se cumplirá, como él lo anunció a sus siervos los profetas. Apocalipsis 11:2, nos habla del patio exterior del Santuario de Dios, que fue dado a los gentiles (los que no son judíos), y estos pisotearán la ciudad santa durante 42 meses. 42 meses en el tiempo de Dios, es igual a: 42x30=1,260 días, y ambas operaciones, también suman 9. Los dos testigos, son los dos olivos y los dos candeleros que están ante el Dios de la tierra. Estos tienen poder para cerrar el cielo, para que no llueva en los días que profeticen, y tienen poder de convertir el agua en sangre, y de herir la tierra con toda plaga, cuantas veces quieran.

¿Por qué la misericordia de Dios terminó en el 2004?, es muy sencillo de entender, aunque primero debo explicar que la matemática de Dios, no resta ni divide, solo multiplica y suma. Además, de que los números de por sí, tienen un gran significado que nos ayudan a comprender los mensajes de Dios. Una de las revelaciones que el Señor me hizo en el 2012, fue, que cuando el pecado en la humanidad llegara a 10 (el décimo cielo es la casa de Dios), ese será el momento en que Cristo se despojará de sus vestiduras sacerdotales para regresar de nuevo a este mundo. Y que como el pecado en la humanidad está aumentando más cada día, eso sucederá hacia o antes del 2017 (sumados entre sí sería 10). Pero volviendo a lo de Enoc, quiero hacer una sencilla operación aritmética, para que podamos entender mejor porque estamos viviendo sin misericordia. El ángel le mostró a Enoc que él tendría 500 años cuando sucedió el temblor en el cielo, que indicaba el fin de la misericordia de Dios. Si volvemos a Génesis 5:23, vemos que Enoc fue llevado al cielo por el Dios invisible cuando tenía 365 años de edad, igual al número de días que tiene un año, en el calendario del hombre. Si restamos los 500 años de la visión de Enoc, a la edad que realmente desapareció de la tierra, la diferencia seria 135 años, que sumados serian 9, donde el poder de Dios queda de manifiesto una vez más.


El significado de los números me fue revelado bajo la dirección de Dios, en el 2012, y este análisis lo hice en el 2013, con la ayuda del Espíritu Santo, y después de haber leído el libro de los secretos de Enoc, donde revela estos datos. Si al año 2013, le restamos  los 9 años transcurridos entre la visión de Enoc y su muerte, el resultado es 2004, que sumados sería igual a 6, y este es el número que identifica al hombre, a la raza humana (ver Apocalipsis 13:18). Estamos en el 2014, y si le restamos el 2004, el resultado seria 10,  que marca el fin de la tolerancia de Dios al pecado del hombre. De otra forma, si al 2014 le restamos los 9 años, el resultado seria 2005, que sumados entre sí, serian 7, y este es el número que identifica a Cristo. Todo lo que viene de Cristo tiene que ver con el número 7, y lo podemos comprobar en la Biblia. Es el día que Dios descansó de su obra, después de crear los cielos y la tierra. 

El gran cielo contiene 532 años (sumados 10), y multiplicado seria 532x7=3,724 días, que sumados son 16. Esta cantidad indica: 1 (Dios), 6 (hombre) fin entre el cielo y la tierra. En el tiempo de Dios seria 3,724 días entre 360 del año profético, igual a 10. Apocalipsis 20:6 dice claramente, que los justos reinarán con Cristo después de la primera resurrección, y serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él durante mil años. Mil años, es un día para Dios, y un siglo para el hombre son 100 años, lo que sería 1000 entre 100=10 años terrenales que Satanás estará solo y encadenado, rodeado de cadáveres, y no encontrará a quien tentar hasta que se cumplan los mil años. Al finalizar este tiempo, será la segunda muerte de los perdidos y su destrucción final junto con Satanás.

Por último, el Espíritu Santo me reveló que el fin de la humanidad será cuando el pecado en la tierra llegue a 10 en el cielo, por ende, podemos confirmar que será antes del 2017, porque 2017, sumado entre sí, es igual a 10. Notemos también, que 365 días que tiene un año (edad de Enoc cuando fue llevado al cielo), es igual a 14, y  962 años que tenía  Jared, su padre terrenal, cuando murió, es igual a 17, cuya diferencia es 3, que fueron los años que Enoc caminó con Dios después del nacimiento de su hijo Matusalén, además de que es el número que representa al Espíritu Santo. No podemos olvidar que para Dios un día es como mil años. Si el  hombre más viejo de la antigüedad murió a los 969 años, y su padre Enoc fue transportado vivo al cielo cuando tenía 365 años, la diferencia son 604 años, que sumados es igual a 10. El cero no tiene ningún valor, y significa hora desconocida de la llegada de Cristo. El 2, significa las dos muertes anunciadas en el  libro de Apocalipsis.

No tenemos que ser eruditos en la materia, ni tener el cerebro de Pitágoras, para observar y comprender lo que está sucediendo a nuestro alrededor. Estamos viviendo sin la misericordia divina, sin conciencia, sin sentir compasión el uno por el otro, y sin amor. Los actos violentos del hombre, los crímenes, la descomposición social, los episodios de cóleras e ira desatados en los hogares entre padres e hijos, escuelas, lugares públicos, iglesias, etc., provocando muchas veces la muerte de personas inocentes, así lo demuestran. Son innumerables los casos que vemos y oímos a diario de sucesos alarmantes causados por el comportamiento desenfrenado del ser humano. La juventud está totalmente descarriada. No se respeta a nadie ni a nada, solo caminamos en el mundo como robot, con el alma hueca, sin practicar ninguna virtud, como si todos tuviéramos el cerebro fundido. La misericordia es una virtud divina. Es la disposición de Dios a la compasión del hombre, y se manifiesta en bondad, asistencia al necesitado, especialmente de perdón y reconciliación. Tener un corazón solidario con todo aquel que tenga necesidad. Todo el que desee disfrutar de la misericordia de Dios, debe buscarlo con buena disposición de corazón y abandonar los malos caminos y pensamientos perjudiciales que nos dañan a nosotros mismos  y afectan a los demás.

La verdadera misericordia debe brotar del corazón, pero el hombre lo ha endurecido con su egoísmo y vanidad. Dios es misericordioso, pero este trato no implica que apruebe el mal, ni perdone al malvado si no se arrepiente de corazón. Esta es una cualidad de Dios, por la cual perdona las faltas y remedia las penas de sus hijos, permitiendo que Su justicia no nos castigue como merecen nuestros pecados, y que en vez de ello nos conceda el perdón que de ninguna manera nos hemos ganado. Dios no nos debe nada a nosotros. Al contrario, nosotros estamos en deuda con Dios, porque todo el bien que experimentamos, es el resultado de su Gracia, la que muchos han rechazado. Merecemos que Dios nos castigue en el juicio divino, pero si recibimos a Jesucristo como nuestro Salvador, recibiremos la Gracia soberana que Dios otorga a toda la humanidad, independientemente de su condición espiritual ante la misericordia de Dios. El pecado acarrea miseria y muerte, por eso Dios incluyó a todos los hombres en la desobediencia para usar con todos, misericordia. Pero el amor de Dios mora en los que practican misericordia, siguiendo los pasos de Cristo. Los actos de Jesús en esta tierra fueron ejemplos que tradujeron la misericordia divina, porque manifestaba compasión y bondad en forma general a las multitudes que lo seguían.

La misericordia implica un profundo sentimiento de benevolencia, de amor personal y gratuito hacia Dios y nuestro prójimo. Un sincero deseo de prestar ayuda y protección eficaz al que lo necesite. Es una virtud que engendra una escala de sentimientos de bondad, ternura, paciencia y compasión, con una gran disposición de perdonarnos y perdonar, para poder ser perdonados por Dios. Pero sobre todo, debemos sentir el deseo ardiente de arrepentirnos de nuestros malos actos para que Dios pueda darnos un trato misericordioso en el juicio final. Aunque estemos viviendo sin misericordia, todos seremos juzgados individualmente y Dios no dará por inocente al culpable. Ya estamos siendo juzgados en el cielo, y cada uno de nosotros ya hemos recibido el veredicto final que indica si hemos sido salvados o condenados.

No todos tendran el valor para ver y soportar el último éxodo de la tierra que esta por sobrecogernos, por lo que a muchos, especialmente niños y ancianos, el Señor los pondrá a dormir. Recordemos que Dios es un Dios de orden. Solamente estamos a la espera de ver la llegada de Cristo para saber a cuál grupo pertenecemos. Si a los de derecha que ascenderán con los ángeles al cielo para el encuentro con Jesús, o a los de izquierda, que son los obradores de maldad que el Señor desechará de su lado, Porque según como hayamos vivido, así seremos juzgados. El pecado no fue enviado por Dios a la tierra sino, es el hombre que lo ha creado al desobedecer las leyes. Y bajo una gran maldición caerán aquellos que lo cometan, porque los pecadores mueren en medio de la prosperidad y la opulencia. Si deseas alcanzar misericordia, sigue las reglas de Dios. Sal del error, y observa el tiempo. Dios no está limitado absolutamente por nada y, por lo tanto, es infinito en relación al espacio e inmenso en el tiempo, porque para Él, es eterno!. La pronta llegada de Cristo, es una realidad inminente e ineludible!. Recuerda que Dios no tendrá misericordia con el impío, y que estamos al final del camino, porque el tiempo está agonizando. Amén.

               

No hay comentarios:

Publicar un comentario