jueves, 14 de febrero de 2013

EL VERDADERO AMOR




Conoces el amor, o alguna vez te has sentido amado o amada?. Este es un ejemplo del verdadero amor y lo que significa amar:


El amor es sufrido, es benigno, no siente envidia, no es jactancioso, no se engríe, no es rudo, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor, no se alegra de la injusticia, sino que se alegra de la verdad. El amor todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta, da libertad, no esclaviza. Este es el verdadero amor que Dios nos brinda; sin condición, sin fijarse en raza, color o religión. El nos ama a todos por igual, pero tenemos que dejarnos amar por El.


Todavía Dios nos esta dando la oportunidad de conocerlo para que recibamos su gracia y su poder, para que vivamos protegidos por su amor antes de su segunda venida. Pronto las profecías se cumplirán totalmente, la ciencia tendrá su fin. Pero el amor nunca se acaba, porque el Señor vendrá por todos los que lo aman, por todos los que lo esperan. En parte conocemos el amor y en parte hablamos de el; pero el amor perfecto vendrá y lo veremos cara a cara. Ahora vemos en un espejo oscuramente; pero entonces conoceremos cabalmente, como somos conocidos ante Dios. Ahora permanecemos entre estos tres dones: la fe, la esperanza y el amor. Pero mayor es el amor. Es el don por excelencia de la creación, y sin amor no somos nada, porque el que no ama o se deja amar, casi siempre odia, o esta muerto en vida.

Un doctor de la ley le pregunto a Jesús: que debo hacer para heredar la vida eterna?: Jesús respondió: “Amaras al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y todo tu entendimiento; y a tu prójimo como a ti mismo”. Has esto y vivirás. (Lucas 10:27).

Cuando amamos nuestro corazón se ilumina. “La lámpara del cuerpo es el ojo. Si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo será luminoso. Pero si es malo, tu cuerpo será tenebroso. “Mira, pues, que la luz que hay en ti, no sea tinieblas. Así si todo tu cuerpo esta en luz, sin ninguna tiniebla, será todo luminoso, como cuando una lámpara te ilumina con su luz” . “El buen hombre del buen tesoro de su corazón saca lo bueno. Y el mal hombre del mal tesoro de su corazón saca lo malo. Porque de la abundancia del corazón habla la boca.” (Lucas 11:34 y 6:45).

No hay comentarios:

Publicar un comentario