Cuando estamos
caminando con Dios, Satanás se pone muy furioso y utiliza a cualquier persona
para hacernos desistir de seguir a Cristo. Nos pone muchos obstáculos para
hacernos caer y matar nuestras motivaciones
para trabajar en la obra del Señor. Digo esto, porque las Sagradas Escrituras nos advierten de los
falsos profetas, hombres que predican la Palabra de Dios y nos exhortan a
buscar a Cristo, cuando por detrás, impiden que su obra se expanda. El Señor
conoce todo antes de suceder y por eso nos advierte de que el camino para
llegar a Cristo, está lleno de trampas, muchas veces provocadas por los mismos
pastores de las iglesias donde Satanás
se sienta en primera fila.
Recientemente
pude comprobar esto por mí misma, ya que el mismo pastor que dirige la iglesia
de la cual soy miembro, prohibió durante una obra misionera que se distribuyera
una literatura escrita por mí. Una literatura de motivación, inspirada en el versículo
de Juan 14:4-6. Que nos invita a seguir a Jesús, ya que Él es el camino, la verdad y la vida y nadie verá
al Padre, sino es a través de Él. No me sorprendió mucho la actitud del pastor,
porque no es la primera vez que rechaza algo que viene de Dios. También en el
2012, me prohibió dar el mensaje que Dios le envió a esa iglesia; un mensaje
dirigido por el Espíritu de Dios donde nos llamaba al arrepentimiento, para que
seamos salvados, ya que su venida está muy cerca. Nuestra voz no cuenta para el
hombre, pero es muy importante para Dios, porque él siempre nos escucha y ve
todo lo que hacemos, especialmente si le somos obedientes.
La mayoría de
los pastores, solo defienden sus posiciones dentro de la iglesia y respaldan a los que le son fieles al pastor y
a la organización que los diriges. No son verdaderos exponentes de la Palabra
de Dios, porque lo que confiesan con la boca, no lo creen en su corazón. No
podemos idolatrar a los pastores, ni a los sacerdotes, ni a los papas, porque
Jesucristo el Hijo y el Padre, son uno solo. Nuestra obediencia, adoración, fe,
confianza, fidelidad y honestidad se la debemos a Cristo, ya que murió por
todos nosotros para que seamos libres en todo el sentido de la palabra. Mi
libertad es absoluta, y por es no desmayo en seguir mi misión. No importa cuántas
veces traten de callarnos, debemos hablar y seguir adelante con los planes de
Dios, venciendo las hostilidades que encontremos en el camino. Debemos estar firmes como soldados valientes del pueblo escogido.
No importa cuántas veces nos hagan desistir para que abandonemos continuar haciendo la voluntad de Dios. Cuando nuestros ideales están fundados en roca sólida, nadie puede derribarlos, porque están siendo dirigidos por la mano invisible de Dios y su gran Poder. Muchos seguidores de Cristo se rigen solamente por lo que el pastor dice y por las decisiones que toman. Pero no nos engañemos. No todo el que dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos. No todo el que habla de Dios es sincero, por eso hoy en día tenemos tantas iglesias, y la credibilidad en sus dirigentes se ha ido perdiendo. Predican en Nombre de Dios, pero le sirven al diablo. Que este no sea motivo para abandonar nuestra fe y perder la esperanza. Cuando apoyamos la mentira y solo hacemos lo que el hombre nos deja hacer, nos hacemos cómplices de ellos y nos comportamos como los fariseos, siendo hipócritas ante Dios.
No importa cuántas veces nos hagan desistir para que abandonemos continuar haciendo la voluntad de Dios. Cuando nuestros ideales están fundados en roca sólida, nadie puede derribarlos, porque están siendo dirigidos por la mano invisible de Dios y su gran Poder. Muchos seguidores de Cristo se rigen solamente por lo que el pastor dice y por las decisiones que toman. Pero no nos engañemos. No todo el que dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos. No todo el que habla de Dios es sincero, por eso hoy en día tenemos tantas iglesias, y la credibilidad en sus dirigentes se ha ido perdiendo. Predican en Nombre de Dios, pero le sirven al diablo. Que este no sea motivo para abandonar nuestra fe y perder la esperanza. Cuando apoyamos la mentira y solo hacemos lo que el hombre nos deja hacer, nos hacemos cómplices de ellos y nos comportamos como los fariseos, siendo hipócritas ante Dios.
En Cristo hay
salvación y todavía está enviándonos luz
para que salgamos del error. Cristo no es solamente un asunto de religión, es básicamente
nuestro amigo y su amor es infinito. Nunca miente, nunca engaña y es
absolutamente fiel con todo aquel que desee seguirle. Nos derrama bendiciones
sin que tengamos que pagar nada a cambio, porque ya el pago por nosotros. Las
iglesias exigen diezmos y ofrendas para que Dios nos bendiga, pero debemos dar
por convicción y hacer todo sin un interés personal, de acuerdo a como lo dicte
el corazón. Cristo no necesita nada material de nosotros, porque Él es el dueño
del oro, la plata y de todos los tesoros celestiales y terrenales. Todo lo que
tenemos se lo debemos a Él, y solo nos pide que le entreguemos el alma. Es
nuestro sustento y nuestra fuerza.
Debemos desarrollar
una relación estrecha y personal con Jesús, para que derrame en cada uno de nosotros Su gracia
redentora. Este trabajo no lo puede hacer ningún pastor, porque ellos solo
buscan exaltar su propio Yo, y asegurar su posición dentro de la iglesia.
Asegurar sus puestos, muchas veces para su lucro personal, porque es su negocio. Tampoco
esto nos debe desanimar, porque cada quien pagará por sus culpas y todo lo que
hacemos saldrá a la luz. Debemos fijar nuestros ojos solo en Cristo, para que
nos guie y nos dirija desde lo alto. No existe ningún hombre en esta tierra con
la fuerza suficiente para desarmar a los verdaderos hijos de Dios, que no le
temen a las adversidades. Debemos ser valientes en esta batalla. Marchemos
adelante para alcanzar nuestras coronas celestiales y ser vencedores en el
Nombre de Jesucristo. La salvación es individual y solo la otorga Dios. Animo!,
que nuestra redención está cerca.
Nota: ya esta publicado mi libro: Escalera al Cielo, pueden adquirirlo en Lulu.com/Elida Perez.
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