domingo, 11 de marzo de 2012

CON LAS MANOS VACIAS

Hoy al cielo fui llamado, por las nubes yo viajaba. Estaba  muy preocupado, todo en la tierra dejé.  Revisando mi pasado, en mi mente recordé, siempre estuve trabajando, muchos bienes acumulé.  Tenía mi buena casa, mucho dinero también, una finca, varios carros,  un yate también compré. Fui buen padre, buen esposo y a mis hijos eduqué. Los puse en  buenos  colegios, sus carreras  yo  pagué. Me fui de vacaciones, por el mundo yo viajé,  mi vida  en la tierra todo el tiempo disfruté. Hice muchos amigos y a mis padres también cuidé.
Estaba solo y afligido yo no sabía por qué; había  cumplido el cometido  para  el cielo merecer. Se acercó a mí un ángel, entonces le pregunté,  qué hago aquí?, estoy perdido que la luz no puedo ver?.  Me mostró un  largo camino que tenía que ascender, vete solo ante mi Padre, me tengo que devolver. No me dejes!,  estoy perdido,  es  que  acaso  no  lo ves?. Te mostré de varias  formas  el camino a seguir, te dije ve a mi Padre, él es el dueño del fin,  pero tú no decidiste y ya es hora de partir.
Perdona Padre mío, entonces le confesé, el secreto más guardado, pues yo no tenía fe. Estoy muy arrepentido!, déjame  retroceder!,  quiero salvar mi alma  y  a tu  reino yo volver. Que hice con la vida que no debí merecer?. A mis manos yo miré, vacías  las  encontré, no había hecho ningún bien, mis lágrimas derramé.  Nada al cielo yo llevaba, en la tierra olvidé  la misión que me dieron al nacer.  No encontré ningún amigo que  predicara  tu Ley, ningún libro he leído, por eso no tengo fe. Mis pecados perdonaste, a la cruz yo te llevé, no sabía el fin del viaje, entonces  me desperté.  Solamente yo soñaba y volvi de nuevo a ver.
 

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